Recurriendo
a la ciencia, que no es ningún dogma de fe, sino sencillamente un método basado
en la búsqueda de la máxima objetividad para explicar el porqué de las cosas,
no sólo es sencillo analizar lo que está ocurriendo en política, sino que también
nos permite prever en buena medida lo que podrá suceder. Es la ventaja de la
ciencia, que una vez que descubrimos ciertas reglas que imperan bajo unas
determinadas condiciones, hacer predicciones es relativamente sencillo.
Y ya
puestos podemos jugar a establecer similitudes o paralelismos entre la política
y la física que nos ayuden a comprender lo que sucede.
Por
ejemplo, a raíz de los resultados de las elecciones andaluzas, que no me han
sorprendido en absoluto, podríamos buscar en la física un paralelismo a lo que
le ha sucedido a la izquierda. EL PSOE en Andalucía se podría comparar al típico
problema del tiro parabólico. Sale la bala del cañón y va subiendo, con el
tiempo pierde fuerza de impulso y la gravedad, que no ha dejado de tirar hacia
el suelo en ningún momento, acaba haciendo que la bala vaya cayendo cada vez a
más velocidad. Hasta que se estampa en el suelo. Llámenle a la gravedad
corrupción, clientelismo, enchufismo, antiestímulo; y al cañón llámenle
motivación, gran parte de una sociedad esperanzada con una ideología y unos
representantes, deseos de libertad y de progreso, etc. Hasta ahora todo
bastante básico y sencillo. Pero para entender lo sucedido con Adelante Andalucía
tenemos que adentrarnos en algo más complejo: la dualidad onda-partícula, fenómeno
cuántico introducido por el francés Louis-Victor de Broglie (que recibió el
premio Nobel de física por ello). A todos en la época de estudiante nos costaba
entender ese experimento en el que se nos explicaba que muchas partículas
pueden comportarse como partículas y como ondas a la vez. Sin entrar en más
detalle, a nadie se le escapa que a la marca Podemos y en este caso a la
coalición que la ha integrado en Andalucía, “Adelante Andalucía”, se le puede
aplicar este fenómeno, ya que ha intentando estar al mismo tiempo en diversas
posiciones de la izquierda. De la misma forma que al común de los mortales le cuesta
entender el concepto físico de la dualidad onda-partícula, le cuesta entender
este fenómeno político, quedando relegada la coalición para mentes muy capaces
o abiertas, o para aquellos más tolerantes con la incertidumbre.
Las
derechas, o la derecha, tienen un comportamiento que tiene su paralelismo en el
principio de conservación de la masa de Lomonósov-Lavoisier. En un sistema
cerrado en el que se produce una reacción química, la masa total permanece
constante. Ciudadanos, PP y Vox se reparten la masa total. En este caso Uds. me
dirán que hay un fallo, porque ha habido gente de izquierdas que ha votado a Vox.
No se preocupen que la ciencia es infalible, no es un problema de las leyes físicas
sino de que el sistema no ha estado herméticamente cerrado en nuestro caso, al
irrumpir una nueva formación que ha requerido ajustar el tamaño del espacio experimental.
Esto ha motivado que se produzcan algunas fugas o se introduzcan elementos de
fuera del sistema, pero en esencia la ley se cumple.
Los
medios de comunicación, como decía, no deberían sorprenderse de los resultados si
tenemos en cuenta el principio de incertidumbre de Werner Heisenberg, que viene
a postular que la propia observación de un fenómeno genera modificaciones en él.
Ahí queda eso. No creo que hagan falta más explicaciones, pero es para pensar y
para el notable.
Y
quienes aspiren al sobresaliente o a la matrícula de honor, les voy a presentar
un concepto novedoso para la física: EL Anti-Agujero Negro. Bien es sabido que
un agujero negro es una región concreta de espacio físico en el que la
concentración de masa es tan elevada y densa que la fuerza de la gravedad que
se genera es tan alta que ni siquiera una partícula de luz es capaz de escapar
de dicha atracción. Por tanto, los agujeros negros atraen a toda la materia a
su alrededor y la engullen incrementando más y más su masa y su fuerza de
atracción. Pues bien, nuestro planeta está actualmente sumido en un fenómeno
justamente contrario desde el punto de vista social y humano, el Anti-Agujero Negro.
En nuestro devenir, hemos caído en una espiral que, en lugar de atraerlo todo
hacia su centro, lo expulsa y nos vacía de todo contenido esencial para vivir
en sociedad: principios, valores y cultura esencialmente. Así nos estamos
quedando en lo superficial y chabacano, a la vez que la cantidad de personas si
se incrementa (lo que haría más necesarios aún esos principios, valores y
aspectos culturales para mantener la estabilidad del sistema). Lo que ha
provocado esta reacción se llama sistema capitalista, y el catalizador de la
misma es el propio egoísmo inherente al ser humano.
Según
esto último, la previsión de la física social que acabo de inventarme sería que
el sistema acabará colapsando y estallará. Dependiendo del momento y la forma
en que eso se produzca, el proceso será irreversible y habremos desaparecido, o
bien tendremos una oportunidad de volver a comenzar. En el mejor de los casos
el sufrimiento de la mayoría está garantizado.