Entrevista
Tony Herrera es miembro de la Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA) que promueve un cambio en la gestión de las aguas para conseguir actuaciones más racionales y sostenibles. El pasado 12 de septiembre realizó una conferencia en la sala Era Audiovisuau de Vielha sobre los desafíos mundiales del agua.
- ¿Qué tipo de acciones llevan a cabo en la Fundación Nueva
Cultura del Agua?
La Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA) está formada por un grupo de personas de España y Portugal que promovemos un
cambio en la política de gestión de aguas para conseguir actuaciones más
racionales y sostenibles. Somos profesionales procedentes de diferentes ámbitos
(académico, empresarial, político, cultural, social, etc.) que, a través del
conocimiento científico y con sensibilidad social, defendemos una Nueva Cultura del Agua.
En la FNCA
trabajamos para recuperar los
ecosistemas acuáticos (fuentes, ríos, riberas, lagos, humedales, aguas
costeras, etc.) que son la máxima expresión de la vida en nuestro planeta.
Defendemos la recuperación del valor
patrimonial, cultural, emocional, estético y lúdico de nuestros recursos
hídricos en una sociedad que ha confundido progreso con negocio. Creemos
necesaria una Nueva Cultura del Agua
dirigida hacia la sostenibilidad ambiental y, para ello, vemos preciso introducir cambios profundos en
nuestras escalas de valores y en nuestro modelo de vida. Necesitamos una
ética que reoriente nuestras
relaciones sociales en torno a los usos y la percepción del agua y de la naturaleza
en general. La misión de la FNCA
es recoger, integrar, generar y
transmitir conocimiento y valores humanos para promover la adopción de
la Nueva Cultura del Agua,
entendida ésta como un cambio de
paradigma hacia la sostenibilidad ambiental, económica, social y
cultural, orientado a una consideración ecosistémica y patrimonial del agua.
Esto lo llevamos a cabo mediante la participación
activa en la sociedad y el impulso en los ámbitos de decisión de alternativas coherentes con la Nueva Cultura del Agua.
Desarrollamos proyectos de investigación,
seguimiento de políticas relacionadas con la gestión del agua, etc. También
llevamos a cabo acciones en el ámbito socio-cultural (distinciones, premios,
exposiciones, etc.), y otras acciones como procesos participativos,
divulgativas, redacción de manifiestos y notas de prensa. Igualmente tenemos
una vertiente en el ámbito de la formación muy importante, impulsando de la
mano de la Universidad de Zaragoza un Másteren Gestión Fluvial Sostenible y Gestión Integrada de Aguas y otros cursos y
colaboraciones en formación. Finalmente, tenemos una línea editorial propia con
numerosos títulos publicados en la temática de la gestión del agua.
- ¿Cuáles son los conflictos alrededor del agua más
peligrosos/importantes/perjudiciales que existe actualmente?
Esa es una pregunta de respuesta muy amplia y
compleja. Intentaré responderla resumidamente. Es cierto que conflictos como el
que origina la construcción de la presa de Las Tres Gargantas en China, con mas
de 4 millones de personas desplazadas y 13 ciudades, 140 pueblos y 1350 aldeas
anegadas, tienen una dimensión extraordinaria. Sin embargo, otros como el
palestino-israelí, mantienen vivo un conflicto armado que en buena medida tiene
mucho que ver con la lucha por los territorios con recursos de agua. Imagínese
si resulta peligroso este conflicto, que es excusa para buena parte del
terrorismo internacional que existe actualmente. Con sólo estos dos ejemplos se
puede uno hacer una idea de la dimensión que puede tener el problema. Y lo peor
es que existen muchos conflictos parecidos repartidos por todo el mundo. Muchos
analistas llevan años advirtiendo que los futuros conflictos serán por el agua,
en lugar de por el petróleo como sucede con frecuencia actualmente. Pero incluso
en países como el nuestro, el conflicto del agua se hace patente entre los
diferentes territorios y comunidades autónomas, aunque en este caso no lleguen
a los niveles de perjuicios o peligrosidad para las personas que alcanzan los
ejemplos que he citado. En nuestro país, los conflictos, además de centrarse en
el reparto territorial y de usos del agua, tienen que ver con la privatización
del agua, la contaminación y alteración
de los ríos y acuíferos, la construcción de infraestructuras cuestionables (al
menos desde el punto de vista de la sostenibilidad ambiental y socioeconómica),
la invasión de los espacios inundables de los ríos, etc.
- ¿Qué malos hábitos deberíamos corregir para reducir el consumo de
agua?
A veces pensamos que ya lo sabemos todo
respecto a cómo ahorrar agua porque casi todo el mundo ha asistido a alguna
charla, visto o escuchado un programa de televisión o radio, o ha recibido
algún folleto con recomendaciones en su domicilio o un centro educativo. Sin
embargo, el cálculo de la huella hídrica de los alimentos, productos de uso
habitual y de nuestras acciones, nos ha ofrecido otra dimensión del problema
mucho más precisa y nos abre una enorme abanico de posibilidades para que
podamos incrementar el ahorro, no sólo en nuestros domicilios de forma directa,
sino a través de lo que comemos, los utensilios y bienes que usamos y
consumimos y de nuestra actitud cotidiana. Por ejemplo, cuando le dices a la
gente que para producir 300 gramos de carne de ternera hacen falta una media de
4.500 litros de agua, prácticamente los mismos que para fabricar unas
zapatillas de deporte o un traje de caballero, o 10 litros para un simple folio
de papel, entiende fácilmente que hay otras maneras de ahorrar muchísima agua.
Así que el peor hábito es el inmovilismo y la desinformación.
- ¿Sabe que en el Valle de Aran no se paga el agua? ¿Qué le parece?
¿Cree que en un futuro será de pago como en la mayoría de lugares?
A priori, no me parece mal que una población
sobre cuyos recursos una determinada empresa o entidad obtiene unos beneficios,
sea compensada de alguna manera a esa población. Pero el problema es bastante
más complejo que eso. Si el agua es un patrimonio ecosocial, un bien público,
¿a quién pertenece?. Se supone que pertenece a todos, como el paisaje o el aire
que respiramos. Esto ya advierte algunos posibles conflictos en el tema de las
compensaciones. Por otro lado, puede existir una importante distorsión por un
problema de escala; una empresa podría obtener un beneficio muy elevado
generando ciertas molestias y perjuicios a una población pequeña a la que
fácilmente puede compensar. Pero aunque la población local acepte el deterioro
de sus ecosistemas, por ejemplo, a cambio de esa compensación, ¿cree Ud. que
tendría derecho a permitir la destrucción de lo que es un bien común?. Como ve
la cuestión es difícil de abordar. Finalmente, si el acceso al agua no tiene
ningún coste para la población, no estamos educando y sensibilizándola respecto
a la importancia de esos recursos. Podríamos analizarlo desde otro punto de
vista, la libertad siempre tiene un coste, si Ud. recibe compensaciones
económicas de una empresa ¿se sentiría libre de denunciarla si cometiera, por
ejemplo, alguna acción claramente perjudicial para el entorno?. Insisto, es una
cuestión compleja y el futuro debe abordarse desde el sentido común y la
legalidad, teniendo en cuenta los principios que deben prevalecer (los de la
Nueva Cultura del Agua, por ejemplo), y con la participación de una sociedad
debidamente informada y sensibilizada.
- ¿Qué les diría a los vecinos del Valle de Aran para que se
concienciaran del gasto del agua? ¿Por qué es tan importante moderarse? ¿Es un
recurso infinito?
Les diría que acudiesen a mi conferencia en
masa, donde tendría tiempo de explicárselo con algo de detalle, pero como
seguro que muchos no podrán asistir, se lo diré de forma sencilla, el agua no
sólo es un recurso limitado en cuanto a cantidad, sino que si alteramos o
contaminamos los ecosistemas que fabrican ese agua, dejaremos de tenerla disponible
en las mismas cantidades. Además, todo el mundo sabe hoy día que el cambio
climático es una realidad y que en los próximos años se van a alterar, no sólo
las temperaturas, sino el régimen de lluvias, por lo que los recursos que hoy
nos parecen sobrados, en unas pocas décadas podrían ser escasos o tener un
coste económico y ambiental mucho mayor.
- ¿Considera que los proyectos como el Sud’Eau 2 son clave para que
la gente tome conciencia y se implique en la sostenibilidad ambiental? ¿Por
qué?
Por supuesto que sí. La única manera que
tenemos de encaminarnos hacia un modelo de vida sostenible es desde la toma de
conciencia de la población. Desde el granjero al oficinista, pasando por el
alto ejecutivo o el señor que hace trabajos de jardinería, si no cambiamos
todos y entre todos, informándonos, sensibilizándonos y dándonos ejemplo unos a
otros, no alcanzaremos nunca ese modelo deseado y necesario. Proyectos como
Sud'Eau 2, pueden ser un germen para este cambio en la sociedad. A partir de
aquí, lo ideal sería que ocurriese algo similar a lo que ocurre con esos tweets
en internet que se extienden exponencialmente por todos los usuarios del
planeta. Es difícil, pero en ello estamos trabajando muchas personas y en ello
nos va el futuro.
- ¿El sobreconsumo de agua conlleva al cambio climático? ¿Cómo
afecta éste en el agua?
El sobreconsumo de agua no lleva de forma
directa al cambio climático, pero si de forma indirecta. Derrochar el agua en
nuestros usos puede suponer en algunos casos menos caudal aprovechable para
producir energía hidroeléctrica, por ejemplo. También podemos provocar que sea
necesario construir más infraestructuras o bombear más cantidades de agua de un
lugar a otro, etc. Todo esto supone gasto de energía y por tanto, emisiones de
gases de efecto invernadero a la atmósfera, que son los que originan el cambio
climático. Sin embargo, dicho cambio en el clima, como ya he comentado antes,
si que va a suponer la alteración de los patrones y regímenes de lluvia. No
sólo en cuanto a las cantidades de precipitación (que en algunas zonas
aumentarán y en otras disminuirán), sino en cuanto a la forma en que se
produzcan. En nuestro país, no sólo se espera que disminuyan las
precipitaciones, sino que se incrementarán los fenómenos torrenciales. Es
decir, el agua que caiga será menor y es posible que caiga menos repartida en
el tiempo y generando más daños por las fuertes escorrentías que se produzcan.
Recomendación: La exposición AGUA, RÍOS Y PUEBLOS.
Esta exposición ofrece el perfil humano de los conflictos y de las luchas del agua. A través
de fotografías y testimonios directos, los afectados dejan de ser una fría estadística para
comunicarnos en directo sus angustias, razones y esperanzas.
Resumen de esta entrevista en http://www.vielha-mijaran.org/cas/?p=3059
Recomendación: La exposición AGUA, RÍOS Y PUEBLOS.
Esta exposición ofrece el perfil humano de los conflictos y de las luchas del agua. A través
de fotografías y testimonios directos, los afectados dejan de ser una fría estadística para
comunicarnos en directo sus angustias, razones y esperanzas.
Resumen de esta entrevista en http://www.vielha-mijaran.org/cas/?p=3059