Lo que me mueve y motiva a la apertura e inauguración de
este blog, además de la indignación profunda, es un intento desesperado de
alzar la voz en las redes sociales y poder intercambiar mis opiniones con un
número más elevado de personas, con el
fin de afianzar o modificar esas ideas. Y por
supuesto también con el objetivo de que evolucionen hacia posicionamientos
sólidos y de sentido común que puedan influenciar positivamente sobre nuestra
realidad, aportando mi granito de arena particular.
Esta trinchera particular que he personalizado con el nombre
de La Trincherrera
y que intentaré situar en primera línea de la batalla social (sin ámbito
geográfico específico), cuenta afortunadamente con conexión a internet y las
redes sociales, tengo una cámara de fotos, víveres, medicamentos, escudos
protectores y toda la energía de quien se siente más luchador que vividor,
aunque a nadie le amarga un dulce. No obstante, seguro que sufriré heridas de
guerra, para las que espero haberme mentalizado y preparado lo suficiente. Espero
haceros llegar la denuncia, y seduciros para alistaros en este ejército
desarmado pero bien "almado",
no sólo para que denunciéis también, sino para que comencemos a actuar y a
sublevarnos contra la sinrazón y la injusticia. Desde aquí también apoyaré, desde
un nivel cotidiano, y quizás bastante más político que filosófico, mi cruzada
por una nueva Ilustración, pero esta
vez más humilde que la de la Edad de las
Luces, una ECOILUSTRACIÓN, en la que prevalezca el principio de humildad
de la especie humana ante su madre naturaleza (esta cruzada, tiene su máxima
expresión en otro blog personal al que igualmente os invito a suscribiros: Taberna de Cosmosofía). Como veis, con mucha ambición pero con los pies en el
suelo, intentaré también mantener las dosis de humor tan necesarias para
cultivar la inteligencia y el equilibrio emocional en los seres humanos.
En definitiva, se trata de compartir denuncias, reflexiones,
ideas y también sonrisas y emociones, de hacer más humanas a las redes sociales
y más sociales a los humanos de nuestro tiempo. Espero no defraudaros, pues tan
sólo ponerme a escribir esta presentación ha supuesto la formación espontánea
de una losa de responsabilidad enorme sobre mí cabeza. En cualquier caso,
insisto nuevamente en el principio de humildad que espero que subyaga en todo
momento en la historia de este blog, que comienza desde ya...